La población continuará creciendo, creando tantas bocas nuevas para alimentarse, mientras que la tierra agrícola utilizable continúa disminuyendo. La producción y el consumo de alimentos deben considerarse en un contexto más amplio, combinando agricultura, energía y seguridad alimentaria.
La seguridad alimentaria se está convirtiendo en una prioridad nacional en muchos países, y el acceso a los recursos es un verdadero desafío.
El Cono Sur en América del Sur goza de abundante suministros de agua y tierra cultivable, y un clima ideal para el doble cultivo, así como un entorno legal estable, buena infraestructura y precios de tierra relativamente bajos en comparación con los del hemisferio norte (Europa, EE. UU.). La región es un importante productor y exportador de productos blandos, que no depende de subsidios.