China anunció el 14/05/19 valores más altos para una gama de productos estadounidenses, como verduras congeladas y gas natural licuado, una medida que siguió a la decisión de Washington la semana pasada de elevar sus propios impuestos a 200,000 millones de dólares en importaciones chinas. Como respuesta, los EE. UU están hablando sobre la posibilidad de aumentar los aranceles hasta el 25% sobre un valor adicional de $ 300 mil millones en importaciones desde China.

Los agricultores estadounidenses se encuentran entre los más afectados por la conflicto comercial, ya que las ventas de soja a China cayeron en picada y los futuros de la soja estadounidense alcanzaron su nivel más bajo en una década. Trump expreso el lunes que su administración planeaba proporcionar unos $ 15 mil millones para ayudar a los agricultores cuyos productos podrían ser seleccionados.

Los agricultores, que son una base política fundamental para los republicanos de Trump que se dirigen a las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2020, se sienten cada vez más frustrados con las prolongadas conversaciones comerciales y el fracaso para llegar a un acuerdo.

Mientras tanto, esta guerra comercial está creando oportunidades para los cultivos latinoamericanos, especialmente para la soja y el maíz. Para este fin, Argentina eximirá un impuesto a la importación sobre los bienes que se utilizan en la producción de exportaciones, como la soja (el mayor exportador mundial de harina de soja). Estos productos estarán exentos de un impuesto a la importación que el gobierno ha recaudado una semana. Hace un 2,5% para aumentar los ingresos fiscales, ya que el país enfrenta una grave crisis económica y una inflación anual del 55%.

En la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los agricultores sudamericanos pueden integrar   un rol fundamental a jugar.