Apenas 2 meses después de haber cerrado un acuerdo con el FMI, el presidente Macri anunció el 29/8/18 en un discurso televisado que Argentina solicitó la liberación anticipada de un préstamo de 50.000 millones de dólares al FMI «para garantizar el cumplimiento del programa financiero del próximo año»,»A medida que la crisis empeora y estaba tratando de negociar cambios en términos, ya que la inflación y los objetivos del PBI no se van a cumplir este año».

Macri dijo que en la última semana hubo «expresiones de desconfianza en los mercados» sobre Argentina y que «esta decisión apunta a eliminar cualquier incertidumbre». El peso ya había perdido más del 40% de su valor frente al dólar estadounidense este año y la inflación es desenfrenada (más del 30% anual).

Después de su discurso, el peso volvió a caer para cerrar en un mínimo histórico de $ 34.2 por dólar. Al día siguiente, Argentina vivió su «jueves negro», donde el dólar estadounidense continuó su vuelo para superar el umbral histórico de 40 pesos (con un pico de 41.7) antes de que el Banco Central eleve en emergencia su tasa de interés de 40 % a 60% (el nivel más alto del mundo) para contener la devaluación.

Por primera vez en la historia, el peso argentino vale menos que el uruguayo. La vida cotidiana es cada vez más cara para los argentinos, ya que los precios de muchos bienes y servicios aún guardan una estrecha relación con el dólar estadounidense. Además, la combinación de un espiral de inflación y recortes en el gasto público significa que los salarios no están manteniendo el ritmo de los precios, lo que hace que la mayoría de la gente sea más pobre.

Otros mercados emergentes como Turquía y Brasil también sufren la devaluación de sus monedas este año, pero la situación de Argentina es particularmente problemática y también tendrá efectos dominantes en los países vecinos.