Luego de haber registrado 10 días de lluvias intensas, reiniciamos con las actividades de preparación de la tierra. Después de un período de sequía, una pequeña lata de lluvia ayuda al trabajo en tierra pero no 10 días de lluvias continuas y densas. No obstante, con la maquinaria funcionando a plena potencia, nos pondremos al día muy rápidamente y hasta ahora hemos preparado más de 600 parcelas. La buena noticia es que esas lluvias ayudan de forma natural a nuestro embalse, ya que necesitamos la capacidad total de agua para el próximo período de riego del ciclo.
Según las últimas condiciones climáticas, deberíamos registrar lluvias más fuertes de lo que solía ser para la temporada y hasta mediados de agosto. Luego, la situación debería revertirse progresivamente a en septiembre (por debajo de lo normal, especialmente en la primavera). Las temperaturas seguirán la misma tendencia (por debajo del promedio hasta mediados de agosto, que los promedios). Los expertos predicen el fenómeno de La Niña para esta temporada en nuestra región. Por lo tanto, las lluvias actuales ayudan a reducir los costos de bombeo en todo el reservorio, aún serán útiles durante el período de riego de los campos, y los motores deben trabajar a plena capacidad durante los días que no llueve para estar listos para la etapa de siembra.
Estamos aprovechando el buen clima para rociar los campos con herbicida para controlar las malezas como se puede apreciar. Todo ese trabajo facilitará la penetración de las raíces y facilitará el riego y el drenaje. Mejora la distribución de malezas y residuos de cultivos en el campo como su control, y los incorpora al suelo.