El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, expresó que la propagación del COVId-19 en Brasil amenaza el éxito de su país en contener el virus. Según Benítez, más de la mitad de los 563 casos de Paraguay eran personas que habían ingresado desde el vecino Brasil.

El país ha sufrido los últimos 2 meses un estricto encierro, y la mayoría de las personas con la enfermedad están en cuarentena en refugios vigilados. Mientras tanto, Brasil se ha convertido en el país más afectado en América del Sur. Los 2 países comparten una frontera de 400 km que generalmente está poco controlada. Pero el presidente Benítez decidió reforzar y militarizar «las partes más vulnerables» de la frontera.

Benítez es uno de varios líderes en la región que han expresado su preocupación por el brote de rápido desarrollo de Brasil. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo que el comercio entre los dos países es un riesgo, ya que los camioneros transportan productos hacia el sur desde Sao Paulo, una de las regiones más infectadas de Brasil.

Jair Bolsonaro ha dicho en reiteradas ocasiones que el riesgo que representa el coronavirus se ha exagerado, y se ha enfrentado en las últimas semanas con los gobernadores estatales que han impuesto bloqueos. En Brasil, 30 solicitudes para el despido de Bolsonaro ya fueron enviadas a la Cámara de Diputados.