Mientras estamos en lo máximo de la siembra, las lluvias continuas desaceleran el progreso de la siembra de arroz. Después de haber enfrentado poca escasez de agua (nivel bajo del río debido a la falta de lluvias en el sur de Brasil) y los suelos secos del verano, todos los agricultores de cultivos tienen que enfrentar la situación opuesta ahora. En septiembre, registramos 185 mm de lluvia (44% + en comparación con el promedio histórico del mes) y ya 226 mm al 18 de octubre.

Para la siembra de arroz, el problema no es tanto la cantidad de lluvia como su frecuencia. En septiembre, llovía cada 3 a 4 días y la tendencia es la misma hasta la fecha en octubre, donde las lluvias intensas están proporcionando en un corto período de tiempo (de 2 horas a 1 día) una cantidad muy grande de agua (100 mm o más).

Después de fuertes lluvias, precisamos 48 horas para drenar las parcelas.

La siembra de arroz requiere suelos secos, ya que luego de cada lluvia, tenemos que esperar hasta que la tierra se seque y permita la siembra. Esto generó avances muy lentos en la siembra. Sin embargo, todavía estamos en el período óptimo de siembra hasta finales de noviembre y, sabiendo que en condiciones óptimas, tenemos una capacidad de siembra diaria de 80 ha.

Nuestra situación no es única y, según estimaciones preliminares de la Asociación Paraguaya de Comerciantes de Granos y Oleaginosas (Capeco), las fuertes lluvias registradas deberían reducir al menos en un 25% la cosecha de trigo y la siembra de soja no pudo comenzar aún debido a la alta humedad del suelo.

Para las primeras parcelas ya sembradas, ya se aplicaron herbicidas y nitrógeno (el nitrógeno es el nutriente más importante para la productividad del arroz, ya que fomenta el crecimiento vegetativo del arroz). Puedes ver las semillas emerger y aprovechar el riego natural provisto por el agua de lluvia.