Los agricultores uruguayos han decidido espontáneamente expresar su enojo en la calle contra el gobierno durante el receso de enero. Reclaman enérgicamente contra el gobierno para exigir mejoras en las condiciones para promover la rentabilidad en el sector agrícola. Los agricultores están sufriendo por el aumento en los precios de los insumos más importantes, como combustible, electricidad, agua, etc., establecidos administrativamente por el gobierno, lo que hace que varias actividades agrícolas no sean rentables.
El sector rural demanda menores costos de producción y medidas para resolver la tasa de cambio rezagada del país. Un dólar estadounidense barato en pesos convierte a Uruguay en un país costoso y más aún para producir. Además, el gobierno uruguayo también necesita ingresos para reducir el déficit y retener el grado de inversión: hasta ahora se ha realizado principalmente aumentando los impuestos directa o indirectamente a través de los bienes y servicios proporcionados por los monopolios gubernamentales. Los productores agrícolas uruguayos se manifiestan masivamente el 23 de enero de 2018, junto con la industria y los trabajadores.